Con la vista fija en la duda
y el rumbo perdido en el paso,
conduzco mi semblante inconsolable,
hacia la encrucijada del fracaso.
Ojos que asienten sin ver,
mirada que delata su sed
encendida nostalgia des halagüeña
rescatando quizás la niñez.
Desavenencia de instituirse como poeta
sin querer de nadie aprender,
obtuve el discernimiento,
tras a Pedro Botero, el alma vender.
Si algún día caminas,
con el rumbo perdido en el paso,
en la encrucijada del fracaso,
quizás te encuentres con él.
Y por un puñado de versos,
puedas tu alma vender.
Extracto de La dualidad del ángel