En el reloj suenan las palabras de las tres,
y tampoco hoy hay ascensores
a la planta dieciséis.
Tendré como otros días que hacer autoestop
en el bajo izquierda.
Ya se escucha el olor a arcoíris de la
chimenea,
así que hoy seremos dos para comer,
yo y tu silla vacía.
Extractos del libro La dualidad del ángel