Mi pluma llora versos abatidos,
llora porque no existes,
llora porque te has ido.
Mi pluma protesta en libertad,
protesta desde el sentimiento vivo,
protesta escapando de lo insulso.
Mi pluma tiene alas,
y delirios de utopía,
mi pluma pertenece a la mano,
deslizándose en fragosa escritura.
Mi pluma suspira de noche,
llorando remansada poesía,
mi pluma de día protesta,
protesta por estar recogida.
Mi pluma suspira de noche,
a la luz de una vela encendida,
mi pluma suspira tu nombre,
por no sentirse querida.
Extracto de El susurro de las musas