Como ayer,
hoy también vuelvo,
tú me atisbas modesta,
y yo te rio las gracias,
con mi ironía funesta.
Como ayer,
hoy también te pego,
no has hecho nada,
pero por si lo hicieras luego.
Como ayer,
hoy también lloras,
te dejo claro que no vales nada,
mientras acabo la botella de vodka.
Como ayer,
hoy otra orden de alejamiento,
vuelvo a casa suplicando,
y me arrepiento por un momento.
Como ayer
hoy a manos de sus parejas,
siguen muriendo mujeres.
tú acaso no te preguntas,
si a la tuya la quieres.
Como ayer
hoy tú que estas hay
te preguntas que puedes hacer.
deberías tragarte el orgullo,
y respetar a tu mujer.
Extracto de El susurro de las musas