sábado, 28 de mayo de 2011

El profesor que decía no ser poeta

Sentado en la roja noche,
en indiscreción de mis pensamientos,
soñé con la tristeza de ser poeta.
Recorriendo las sendas de la suerte,
el destino me condujo a tu puerta,
y a base de preceptos,
mi desorientación puliste.
Con tu distancia me hiciste apreciar
la cercanía de las palabras,
y a base de instigación,
calaron en mi tus enseñanzas.
Pues no será para ti un gran poeta,
pero si para tu acólito,
a cual proporcionas caer en la cuenta,
de que amar la poesía y leer,
es ser de su senda el profeta.

Extracto de "La dualidad del ángel"