Cuervos que en vacías cuencas escarbáis,
desprended hoy de mí el alma a jiras,
crepitar de larvas y gusanos soy,
en este campo de ilusiones.
Desmembrar de mi cráneo su tejido,
entre vísceras, pus y secreciones,
al pasar de las horas me pudro,
abatido por absurdas razones.
El hedor que en mi descomposición desprendo,
es lo que poseo e inconsciente os entrego,
picos sedientos de disconformes vidas,
enlutados viajad en pos de los cuervos.
Sombra del mal que afloras en mi dolor,
ennobléceme al mal de este turbador ocaso,
muerto ya el recuerdo del falso amor,
todo se pudre marchito a tu paso.
Si buscas el verdadero amor,
lo encontrarás donde autenticidad se esconde,
así darás sentido a tu vida,
en introspectiva búsqueda,
con la imaginación que te otorguen los sentidos,
pero no peques en tu locura
la cual te hará sentir aun más vivo.
Extracto de "Cuando la mente susurra al corazón la mano sostiene la pluma"